Luego de haber vivido en la capital
Venezolana durante los primeros 14 años de mi vida, todo dio un gran giro
cuando mis padres se divorciaron. Mi madre había nacido en EE.UU y su única
familia en Venezuela éramos mi hermana y yo. Por esa razón mi madre decidió que
nos iríamos a vivir allá y comenzar una nueva vida.
Quien diría que yo pasaría de una vida típica
en Venezuela a una vida llena de lujo en la increíble ciudad de Los Angeles en
California.
Pero no todo suele ser perfecto, el peor error
que suelen cometer las personas es confiarse de la situación y caer.
Mi vida en Los Angeles no fue un infierno,
pero tampoco fue la vida que yo esperaba, supongo que no debería culpar al
cambio ni a mis padres, la única culpable soy yo, quizá por haber sido tan
buena y tan mala a la ves, mejor dicho, inmadura. No todos podemos controlar
nuestra manera de ser, pero de todo fracaso nace la lección, las lecciones nos
enseñan y nos hacen mas fuertes y astutos, siempre hay gente que quiere
dañarnos, es un error creer que todos ahí afuera estarán para ti por siempre y
por eso dejar a los tuyos por fuera, mientras que el verdadero lazo familiar
esta en el hogar, quien creería que yo diría algo así.
Los invito a acompañarme en esta historia para
que conozcan los sucesos que marcaron mi vida, los sucesos que me hicieron reír
y llorar, que conozcan a esas personas que ocupan un lugar en mi corazón y
aquellas personas que simplemente no vale la pena ni nombrarlas.
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