jueves, 8 de enero de 2015

Capítulo 1: Y así era mi vida

  Mi nombre es Granchel J. Durrenmatt, nací en la ciudad de Caracas en Venezuela, el día 15 de Agosto de 1997 a las 16:25 horas.
  Yo vivía con mi familia en un lindo departamento ubicado en el centro de la capital, para ser más precisos, el lugar donde vivía se llama La Candelaria. Era un pequeño pero acogedor departamento con dos habitaciones, cocina, baño, sala y un gran balcón, ahí vivía yo junto con mi madre, mi padre y mi hermana mayor.
  Mi madre Nicole Durrenmatt, era una simpática mujer, ella nació en Los Estados Unidos, ella conoció a mi padre en un viaje a Las Bahamas, según lo que mi madre siempre me cuenta, el estaba muy ebrio, se encontraban en el estacionamiento de una discoteca popular y mi padre estaba orinando en los cauchos del auto que mi mama conducía en ese tiempo, entonces ella le comenzó a reclamar y luego no se que mas sucedió, lo cierto es que allí se enamoraron y pues, como se imaginaran, ella se puso a vivir con el, se mudo a Venezuela, ambos compraron el departamento y así fue como se formo nuestra familia. Mi madre tenia un carácter muy fuerte, pero lo que yo mas amaba de ella era lo inteligente y decidida que podía llegar a ser, ella también era muy atenta con mi padre, mi hermana y yo, siempre estaba al tanto de que todo estuviera en orden.
  Mi padre Gregory Jacques, era un típico hombre Venezolano, el era muy trabajador pero también muy bromista y alegre, siempre fue muy cariñoso con mi hermana y con migo, siempre al igual que mi madre estaba muy al tanto de nosotras, de nuestros estudios, siempre estuvo al tanto de que nunca nos faltara algo. Yo siempre le tuve mucho amor y respeto, yo con el me sentía como la princesa del cuento de hadas, hay que admitir que toda hija quiere sentirse así, pero, tristemente no todas tienen ese privilegio.
  Mi hermana Victoria Jacques D. era una niña muy linda, amigable, inteligente, creativa y amable, más que mi hermana era mi mejor amiga, siempre fue la única persona en la que mas confié, ella como hermana mayor me demostró ser una increíble persona y por eso se gano mi corazón. Además siempre era mi cómplice cuando hacia travesuras, nunca llegó a delatarme y cuando me metía en problemas siempre salía ella a responder por mí.
  Como verán, yo tenía lo más parecido a una familia perfecta, siempre recibí amor de los que me rodeaban, y eso sin nombrar al resto de mi familia paterna, yo siempre tuve una buena relación con mis abuelos, tíos y primos.
  Siempre solíamos visitar a mis abuelos en familia, compartíamos todo el día allá, desayunábamos, almorzábamos y a veces cuando se hacia muy tarde nos quedábamos a cenar.
  También solía visitar a mis primos y primas en la casa de mi tía, yo y mi hermana solíamos quedarnos en su casa durante una semana, eran tiempos geniales, nosotros hacíamos muchas cosas juntos, veíamos películas de terror, hacíamos panqueques, incluso solíamos salir al patio trasero a jugar con el agua.
  En la secundaria, yo no era el mayor ejemplo de popularidad, pero si que tenía muchos amigos y conocidos, incluso tenia estrechas relaciones con mi profesor de Castellano y mi profesora de Biología, yo estudiaba el 3er año de Secundaria, mi hermana se encontraba ya en su último año, muy cerca de graduarse del bachillerato, ella desde siempre fue muy aplicada en el colegio, siempre estuvo en os primeros tres puestos en la cartelera de honor de los mejores promedios del lapso, esa era una de las cosas por la cual yo estaba tan orgullosa de ella.
  Para mi el 3er año de Secundaria fue el mas importante, no solo fue el año en que obtuve las mejores notas de mi vida, sino que también fue el ultimo año escolar que curse antes de comenzar con mi nueva vida.
  Pero no nos adelantemos, aun nos encontramos en Caracas y con mi antigua vida.
  Como comente anterior mente, yo siempre tuve una familia perfecta, y no solo por que era bien parecidos, si no porque siempre compartíamos unidos. Hay muchas parejas de padres que les brindan a sus hijos buenas vidas, llenas de lujo, pues los padres adinerados son así, pero, ellos nunca comparten con sus hijos, y los crían a través de los regalos y no del amor y el consuelo.
  Pues mi caso era distinto, mis padres en sus tiempos libres se preocupaban por estar con mi hermana y con migo, incluso salíamos de paseo juntos en familia aunque mi padre o mi madre se hubiesen encontrado súper agotados por el trabajo duro del día anterior.
  Nosotros solíamos irnos de paseo a lugares emblemáticos de la ciudad como El Ávila, Los Próceres, El Parque Miranda, íbamos a parques mecánicos, museos, o al cine, y eran paseos muy especiales pues, siempre existió comunicación entre nosotros, por eso era tan entretenido, nunca parábamos de bromear, incluso nosotros solíamos burlarnos de las demás personas en la calle, se que no es algo bueno pero, lo hacíamos en familia y por eso eran tan especial.
  Pero a mi me gustaba mas cuando nos íbamos de paseo a otros Estados, esos solían ser viajes de una semana, una semana por Los Andes, a veces íbamos a los llanos, también acampábamos en islas del Estado Falcón, incluso llegamos a visitar Margarita en dos oportunidades, un fabuloso vuelo en avión y unas asombrosas vacaciones en el hotel, la playa y la piscina, aparte la comida, el echo de poder elegir los platos que se me antojaran y la cantidad que yo quisiera era increíble pues, yo soy amante de la buena comida, pero sobre todo los postres y las bebidas naturales.
  Incluso recuerdo cuando nos íbamos al mar a bucear, fue la primera ves en mi vida que bucie, fue una experiencia única que muchos nunca llegan a experimentar en su vida, pero yo si, y me siento feliz por eso, y aunque casi me lastima una manta raya, quede con las ganas de algún día volver a bucear.
 En fin ¿Qué más podría yo pedir? Lo único que podía hacer era agradecerle a mis padres, pero, lo interesante de todo es que, yo nunca note lo feliz que fui en esos años hasta hace poco.
  Yo nunca supe ser agradecida, nunca había analizado como era todo, yo solo quería mas y mas, a veces era grosera con mi mamá, aunque nunca fui rebelde, quizá no me crean pero nunca tuve novio en Caracas, la verdad nunca me intereso eso, si tenia bastantes pretendientes, pero para mi todos eran unos idiotas, siempre estuve concentrada en la música y en mis amistades, aunque no debo negar que me gustaba alguien, pero como se imaginaran tenia novia, así que nunca intente algo, ni siquiera fui capaz de decírselo, siempre actué como si nada pasara. Sin embargo no fui la niña buena que debí ser, y suelo arrepentirme por eso.
  Incluso un día tuve una discusión muy grande con mi mamá, para ser mas precisos, ese fue el día de mi cumpleaños número 13, fue un día terrible, un día que quisiera olvidar, pero es difícil, y todo comenzó por que mi madre me hizo un regalo, pero ese regalo no resulto ser lo que yo quería, y pues, yo simplemente debí agradecer pero en cambio, fui una niña estúpida y malcriada, incluso como siempre mi hermana se metió para tratar de apoyarme y defenderme, pero yo como solo sentía rabia le salí con patadas a ella también, ¿como puede ser alguien grosero con una persona que suele considerar tan especial en su vida? Dicen que así son los adolescentes, muy impulsivos e indecisos, pero yo no creo que deba culpar a la pubertad.
  Pero quizá sucedió porque estaba acostumbrada a las cosas buenas, ¿es fácil aceptar un par de camisas como regalo de cumpleaños cuando pediste el teléfono más nuevo de Apple? A veces pienso que mis padres no fueron del todo perfectos con nuestra crianza, pues, e aprendido que dar muchos regalos materialistas de valor a un chico es igual a un adulto malcriado y presumido, por no decir algo peor, menos mal que yo pude darme cuenta de eso durante mi adolescencia, aunque no me gusta culpar a mis padres ni a nadie por lo que hago o por lo que alguna ves hice, pues, e aprendido que debemos de hacernos responsables de nuestros actos, nadie obliga a nadie a hacer las cosas o a actuar de cierto modo.
  Sin embargo también se que no debo culpar a mis padres por creer que yo era como era por que tuve una niñez materialista, pues eso es totalmente falso, mi padres nos daban buenos regalos claro, pero, ellos también nos daban una buena vida y mucho amor, no era difícil notar que ellos realmente hacían sacrificios por sus nenas, no se como no pude notarlo nunca, ellos estaban en lo correcto, quien estaba equivocada era yo. Aunque no solo equivocada, la verdad también estaba cegada, porque yo no veía las cosas buenas de mi vida, claro, esto tampoco quiere decir que solo veía las cosas malas, pues la verdad yo no veía nada, solo era feliz sin saberlo y era malcriada.
  Sin embargo viví mi vida, una vida típica, siempre era lo mismo, ir a clases, visitar a mis amigas, a mis primos, salir de paseo o de compras entre otras cosas, pero un día sucedería algo que lo cambiaria todo, a veces tiene que suceder algo realmente grabe para que una persona recapacite, muchas personas son ciegas en la vida y solo ven lo que les conviene.
  Pero que mas da, si un suceso grabe es necesario para convertir a alguien en mejor persona es mejor que suceda.

  Sin embargo toda esa fantasía acabo, ¿quien creería que podría suceder algo así en un romance tan fuerte? Hoy en día me pongo a pensar y me doy cuenta de que las apariencias engañan y que por más perfecta que parezca una persona siempre suele esconder algo muy macabro.

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